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viernes, 5 de octubre de 2018

 EL CARÁCTER CIENTÍFICO DEL CONOCIMIENTO SOCIAL.

Raíces histórica de la cuestión   
La pregunta que nos ocupa lleva implícita una comparación entre las disciplinas que versan sobre el hombre y la sociedad, y las ciencias físico-naturales que en el vocabulario vulgar son las ciencias. “propiamente dichas”.

Lo curioso de este planteo dicotómico es que en la historia del pensamiento fue el conocimiento y la reflexión sobre el ser humano y la vida social lo que se desarrolló muchos siglos antes que la “ciencia” en el sentido actual; esta tiene una historia de apenas cuatro siglos cuando muchos en cuanto a su sistematización teórica y a sus espectaculares avances, no más de dos. La indagación acerca del hombre y la naturaleza era tarea del los filósofos, pero cuando la parte de esta indagación concerniente a la naturaleza se fue desarrollando como ¡ciencias exactas y naturales”, se hizo consiente su carácter positivo es decir desprendido de la especulación filosófica, y los enfoque y métodos que en ellas estaban dando tan extraordinariamente resultados fueron monopolizando el sentido de la palabra ciencia. De modo que en adelante fue el conocimiento de tipo humano y social, no exacto, el que tuvo que batallar para ver reconocido su carácter de ciencia; y en ese intento procuró parecerse lo más posible a las exactas y naturales, cuyo modelo último, por lo demás, era la física, la primera históricamente en desarrollarse.

Así se originó la asimilación, vulgar pero compartida por muchos científicos entre ciencia y disciplinas físico-naturales; hasta el punto que no se intentaba siquiera construir un concepto más abarcador de ciencia, sino que se procuraba encajar a como hubiera lugar las  disciplinas humanas y sociales dentro del planteo riguroso de la ciencia física, natural y experimental. Y ello a pesar de que destacados matemáticos, biólogos y físicos como Wiener, Bertanffy, Forroster o Mario Bunge denunciaban el error, identificando y defendiendo el carácter propiamente científico de la ciencia social.

Este tiene cuatro facetas. 
a)            La objetividad y subjetividad
La subjetividad del investigador puede verse en dos sentidos. El primero consiste en que quien investiga lo hace necesariamente con ciertos propósitos y en el fondo con su concepción del mundo. Esta subjetividad que es un problema para todas las ciencias, no se puede evitar totalmente, el investigador debe aclarársela así mismo y en lo posible explicarla a los demás, de manera que la subjetividad se vuelva un elemento objetivo mas para interpretar lo que dice.
El segundo sentido en cambio es típico de las ciencias humanas y sociales  es la subjetividad que está incluida en el objeto de estudio, pues el objeto de la investigación es gente, que tiene propósitos, conocimiento, deseo , pasiones al igual que la persona del científico .
ü    El investigador tiene que postular la existencia de subjetividad en la materia de estudio , por tanto se ve obligada a utilizar términos teóricos para describir lo no observable como fuerza o energía.
ü    Tiende inconscientemente a deformar lo observado ( un sistema educativo) por que su personalidad está comprometida en ello, ya que ha sido formado en determinado sistema educativo, que sin que se de cuenta, es su referencia para el estudio de otros sistemas. Lo mismo sucederá tratándose de otros sistemas culturales.

Este tipo de subjetividad o empatía con el objeto debe ser aceptado plenamente. Es la teoría de la comprensión, nuestra capacidad de ponernos en lugar de otros, permitiría comprender la situación desde dentro, con más penetración desde fuera.

Piaget proponía una solución diferente: el riesgo de este tipo de subjetividad debe superarse mediante la descentración, una especie de distanciamiento del investigador mediante procedimientos comparativos. La tendencia a comparar, agregar, es el primero de los factores que han permitido hacer avanzar las disciplinas sociales.

b)           La ley general y en caso individual.  
El carácter único de los hechos humanos- históricos, irrepetibles es la segunda dificultad: ¿cómo reducirlo a leyes? ¿Cómo experimentar con seres humanos o con grupos sociales para verificar en forma rigurosa la observación?
Hay a esto una respuesta elemental: tampoco los hechos, en las ciencias físico-naturales son rigurosamente repetibles, y en alguna de ellas (la geología, la astronomía) no son en modo alguno repetibles ni experimentables. Incluso la repetición experimental, en la mayoría de esas otras ciencias, exige condicionamientos y preparativos previos con los que se eliminan artificialmente los elementos de variabilidad.
Hay una razón más a fondo  que se basa en la idea de que los conceptos científicos y sus leyes tienen que expresar estrictamente la realidad. Cuando a decir la verdad son solo una representación o enunciado abstracto de sus características.
En toda ciencia, pues, las generalizaciones tienen un alcance limitado: de allí que siempre estén surgiendo nuevas formulaciones que corrigen y hasta contradicen las asistentes.

c)            Determinismo y libertad.   
Para la corriente científico- natural que parte del siglo XVII, entre los componentes del universo las leyes expresan relaciones necesarias, determinadas, ineluctable, sin margen alguno de desviación, azar o libertad. Si aparecen cosas que los seres humanos no pudimos predecir, ha sido por razón de nuestra ignorancia, no de ausencia de leyes, si las conociéramos todas, todo sería predecible.

Frente a ello, en materia humana y social las cosas no son o no parecen ser así. Si las cosas no son así, si los hechos humanos son siempre libres, históricos, irrepetibles, no hay posibilidades de leyes ni de ciencias de lo humano. Si sólo parece que no son así a causa de nuestra ignorancia, pero en realidad los procesos psicológicos o sociales están determinados por el sustrato físico-químico-biológico, hoy diríamos por los “genes” las leyes correspondientes acabarán por reducirse a las de las ciencias naturales: con este determinismo absoluto, no se podría hablar de ciencia social, sino sólo de física social.

Esta última posición, rechazada por el sentido común y la experiencia, se refuta además a sí misma: si todo está determinado por nuestros genes o átomos, también lo están los razonamientos y los escritos de sus propugnadores, de modo que éstos no
Expresan una verdad científica sino solo una necesidad biológicamente determinada…
 Pero el problema anterior persiste: ¿cómo conciliar la libertad y variedad de lo   humano con la formulación de leyes científicas? No se pretende agotar esta tremenda discusión pero sí señalar algunas pistas fundamentales para la solución.  

ü    Para empezar, no es cierto que en el mundo físico todo esté determinado, y que las leyes físicas expresen solamente relaciones necesarias. La física moderna- pensemos en Max Planck  y la mecánica cuántica admite también la indeterminación y el azar. Las ciencias naturales, más que determinanticas se han vuelto probabilísticas.
ü En ciencias sociales desde luego, no es cuestión meramente de indeterminación: toda explicación debe tomar en cuenta la libertad. La libertad humana no contradice la existencia de leyes: más bien la reclama. Si la libertad no tuviera condicionamiento extremos, regularidades más o menos determinantes, el hombre ya no sería libre sino indeterminado, y no sabría qué hacer de su libertad, perdido como estaría antes la infinita variedad de posibilidades ante cada uno de sus actos. Los condicionamientos son el punto de apoyo de su libertad efectiva.
ü   En otras palabras: existe la posibilidad de una verdadera ciencia social, del descubrimiento de leyes en el ámbito de lo humano, precisamente porque la libertad está condicionada dentro de ciertos parámetros que normalmente no puede exceder. Esta es la razón de ser de las regularidades (no la identidad) que se dan en las conductas, así individuales como colectivas, en las cuales se pueden fundamentar leyes en sentido propio.

Los hechos humanos son siempre libres, históricos, irrepetibles, no hay posibilidad de leyes ni de ciencia de lo humano. Si solo parece que no son así a causa de nuestra ignorancia, pero en realidad los procesos psicológicos y social están determinados por el sustrato  físico, químico biológico.

d)        Objetividad, valoración y normatividad.   
Por razones históricas ha quedado a las ciencias del hombre y la sociedad nos e cultivaba por sí mismo, de modo objetivo, sino con fines normativos. Lo que importaba no era analizar el” ser”

La ciencias moderna asume declaradamente la postura opuesta: lo que quiere es conocer y explicar lo que es, y se prohíbe a sí misma entrar en valoraciones, sean explícitas i implícita, se dirigen a la acción de modo que necesitan desembocar en la valoración y la normatividad. En la práctica resulta difícil delimitar estrictamente los planos de la filosofía o cosmovisión, la ideología y las teorías meta científicas, los enfoques y  las preferencias metodológicas de base: todos estos planos del pensamiento incluyen en diversos grados elementos de valoración, y por tanto de normatividad, por lo menos tácita.

Este problema no es privativo a las ciencias sociales, sino general en todas las ciencias, cada científico tiende a extrapolar sus conclusiones a otros niveles del conocimiento, ya que naturalmente “su” ciencia le parece la más importante.

La ciencia humana y social tienen todas un propósito profundo, el de ayudar al hombre y la sociedad a vivir mejor, proporcionándoles bases mejor informadas para la toma de mejores decisiones. Si una ciencia social no estuviera en alguna forma comprometida con las construcción del porvenir, sería un ejército de futilidad. Así que el problema no está en tener o no tener convicciones y propósitos valorativos y normativos, sino en ser capas de estudiar la realidad imparcialmente, como base para derivaciones de otro nivel, en vez de solicitar los hechos y forzar interpretaciones para hacerlas cuadrar con valoraciones preconcebidas.

LA CLASIFICACIÓN DE LA CIENCIAS DEL HOMBRE   
Esta cuestión de la clasificación de las ciencias en general, y de las del hombre en particular, es tan vieja como la concepción misma de un conocimiento sistematizado, en la Grecia antigua. La clasificación es sin duda necesaria para que cada disciplina y cada investigador pueda ubicar lo que hace con suficiente precisión y así centrar su trabajo con respecto a los demás que le recuerdan su límite y le ofrecen su contribución: pero en las ciencias de que tratamos presenta dificultades particulares.

Primeramente, el objeto general de toda ella es el mismo, a saber, el ser humano en su doble dimensión individual y social. Esta ciencia no se distingue por su objeto real, sino según el punto de vista con que se lo analiza dividiéndolo conceptualmente en partes, aspectos o dimensiones: visiones mentales que no pueden tener entre ellas fronteras precisas ni infranqueables. El enfoque científico aplicado a este dominio no ha seguido históricamente un orden sistemático: algunas disciplinas se formaron antes, otras después a veces desprendiéndose de las primeras, unas han encontrado pautas definidas para su desarrollo otras todavía las están buscando.


3 comentarios:

  1. El Conocimiento Científico del conocimiento Social
    En la investigación científica lo objetivo y subjetivo han presentado algunas situaciones o diferencias con las ciencias por el problema del conocimiento.
    No somos objetivos cuando no asumimos una actitud personal y que no conpromete sus propios sentimientos o su forma de pensar en el momento de representar la realidad
    Por otro lado si es subjetiva cuando se hace una relación con el yo personal por sus impulsos y no por tener la razón.

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  2. En el texto arriba expresado de la clase se trata el dilema que sufrieron los exponentes de las ciencias sociales en el momento que la ciencia toma su auge como tal es decir en una concepción donde la superchería,shamanes,supersticiones-religiones sobre la lógica la ciencia achacada por todas estas cosas se aferra a sus raíces y crece con lentitud ya en sus albores de desencadenamiento esta se arraiga mas en si misma y toma un segundo impulso en este le brinda un valor alto a aquellas partes de ella que si se pueden corroborar y contrastar prueba de ello la física y la química donde de parámetros descriptivos se pasa a calificativos cuantitativos todo en correlación concreta brindándole así la idea de ser "la ciencia mas ciencia o pura Exacta" y aquellas partes del conocimiento humano como las ciencias sociales son consideradas como ciencias menores y demás dicha clasificación de las ciencias es necesaria y obligatoria para no llamar como ciencia el juzgar a una persona por su escritura que es una teoría expuesta por una seudociencia descartada en poco después de la industrialización debido a su subjetividad extrema y carecer del concepto mínimo del método científico "la comprobación" o la tan aclamada lobotomia "mutilación, remoción de tejido cerebral" al se le premio a su expositor por sugerir un proceso científico para el trato de enfermedades mentales que fue descartada como proceso medico debido a la crueldad falta de información y daños colaterales al individuo.... entonces hablamos de esto en este caso que le sucedió a las ciencias sociales en la cual se encuentras el grupo de ciencias de la educación y la educación comparada en esta lucha por librarse de ese estigma de ese paradigma etiqueta que le asignaba la comunidad científica en el cual toda parte de las ciencias o sea de las ramas del conocer científico eran juzgadas y forzadas a asemejarse igualar a la física y ciencias naturales exactas sus expositores tras largas luchas como lo fueron biólogos y físicos como Wiener, Bertanffy, Forroster y Mario Bunge logran lo que hoy en día comprendemos como algo entendible y comprensible que las ciencias sociales.. tratan narran y se determinan sobre el hombre en si este es su sujeto y objetivo el ser humano en si y todas sus actividades de manera descriptiva y sistemática este pequeño parámetro le tomo décadas de luchas a expositores de las ciencias sociales para poder se implementara estableciera y hoy en día se nos inculque enseñe para las próximas generaciones...

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  3. Los sociólogos del conocimiento científico estudian el desarrollo de un campo científico y tratan de identificar puntos de contingencia o flexibilidad interpretativa, donde existen ambigüedades. Tales variaciones pueden estar relacionadas con una serie de factores políticos, históricos, culturales o económicos. Fundamentalmente, el campo no se establece para promover el relativismo o para atacar el proyecto científico; el objetivo del investigador es explicar por qué una interpretación tiene éxito sobre otra debido a las circunstancias históricas y sociales externas.

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