EL CARÁCTER CIENTÍFICO DEL CONOCIMIENTO
SOCIAL.
Raíces
histórica de la cuestión
La pregunta que nos ocupa lleva
implícita una comparación entre las disciplinas que versan sobre el hombre y la
sociedad, y las ciencias físico-naturales que en el vocabulario vulgar son las
ciencias. “propiamente dichas”.
Lo curioso de este planteo dicotómico es
que en la historia del pensamiento fue el conocimiento y la reflexión sobre el
ser humano y la vida social lo que se desarrolló muchos siglos antes que la
“ciencia” en el sentido actual; esta tiene una historia de apenas cuatro siglos
cuando muchos en cuanto a su sistematización teórica y a sus espectaculares
avances, no más de dos. La indagación acerca del hombre y la naturaleza era
tarea del los filósofos, pero cuando la parte de esta indagación concerniente a
la naturaleza se fue desarrollando como ¡ciencias exactas y naturales”, se hizo
consiente su carácter positivo es decir desprendido de la especulación
filosófica, y los enfoque y métodos que en ellas estaban dando tan
extraordinariamente resultados fueron monopolizando el sentido de la palabra
ciencia. De modo que en adelante fue el conocimiento de tipo humano y social,
no exacto, el que tuvo que batallar para ver reconocido su carácter de ciencia;
y en ese intento procuró parecerse lo más posible a las exactas y naturales,
cuyo modelo último, por lo demás, era la física, la primera históricamente en
desarrollarse.
Así se originó la asimilación, vulgar
pero compartida por muchos científicos entre ciencia y disciplinas
físico-naturales; hasta el punto que no se intentaba siquiera construir un
concepto más abarcador de ciencia, sino que se procuraba encajar a como hubiera
lugar las disciplinas humanas y sociales
dentro del planteo riguroso de la ciencia física, natural y experimental. Y
ello a pesar de que destacados matemáticos, biólogos y físicos como Wiener,
Bertanffy, Forroster o Mario Bunge denunciaban el error, identificando y
defendiendo el carácter propiamente científico de la ciencia social.
Este
tiene cuatro facetas.
a)
La objetividad y subjetividad
La
subjetividad del investigador puede verse en dos sentidos. El primero consiste
en que quien investiga lo hace necesariamente con ciertos propósitos y en el
fondo con su concepción del mundo. Esta subjetividad que es un problema para
todas las ciencias, no se puede evitar totalmente, el investigador debe
aclarársela así mismo y en lo posible explicarla a los demás, de manera que la
subjetividad se vuelva un elemento objetivo mas para interpretar lo que dice.
El
segundo sentido en cambio es típico de las ciencias humanas y sociales es la subjetividad que está incluida en el
objeto de estudio, pues el objeto de la investigación es gente, que tiene
propósitos, conocimiento, deseo , pasiones al igual que la persona del
científico .
ü
El
investigador tiene que postular la existencia de subjetividad en la materia de
estudio , por tanto se ve obligada a utilizar términos teóricos para describir
lo no observable como fuerza o energía.
ü
Tiende inconscientemente a deformar lo observado ( un sistema educativo) por que su
personalidad está comprometida en ello, ya que ha sido formado en determinado
sistema educativo, que sin que se de cuenta, es su referencia para el estudio
de otros sistemas. Lo mismo sucederá tratándose de otros sistemas culturales.
Este tipo de subjetividad o empatía
con el objeto debe ser aceptado plenamente. Es la teoría de la comprensión,
nuestra capacidad de ponernos en lugar de otros, permitiría comprender la
situación desde dentro, con más penetración desde fuera.
Piaget proponía una solución diferente:
el riesgo de este tipo de subjetividad debe superarse mediante la
descentración, una especie de distanciamiento del investigador mediante
procedimientos comparativos. La tendencia a comparar, agregar, es el primero de
los factores que han permitido hacer avanzar las disciplinas sociales.
b)
La ley general y en caso individual.
El
carácter único de los hechos humanos- históricos, irrepetibles es la segunda
dificultad: ¿cómo reducirlo a leyes? ¿Cómo experimentar con seres humanos o con
grupos sociales para verificar en forma rigurosa la observación?
Hay
a esto una respuesta elemental: tampoco los hechos, en las ciencias físico-naturales
son rigurosamente repetibles, y en alguna de ellas (la geología, la astronomía)
no son en modo alguno repetibles ni experimentables. Incluso la repetición experimental,
en la mayoría de esas otras ciencias, exige condicionamientos y preparativos
previos con los que se eliminan artificialmente los elementos de variabilidad.
Hay
una razón más a fondo que se basa en la
idea de que los conceptos científicos y sus leyes tienen que expresar
estrictamente la realidad. Cuando a decir la verdad son solo una representación
o enunciado abstracto de sus características.
En
toda ciencia, pues, las generalizaciones tienen un alcance limitado: de allí
que siempre estén surgiendo nuevas formulaciones que corrigen y hasta
contradicen las asistentes.
c)
Determinismo y libertad.
Para
la corriente científico- natural que parte del siglo XVII, entre los
componentes del universo las leyes expresan relaciones necesarias, determinadas,
ineluctable, sin margen alguno de desviación, azar o libertad. Si aparecen
cosas que los seres humanos no pudimos predecir, ha sido por razón de nuestra
ignorancia, no de ausencia de leyes, si las conociéramos todas, todo sería
predecible.
Frente
a ello, en materia humana y social las cosas no son o no parecen ser así. Si
las cosas no son así, si los hechos humanos son siempre libres, históricos,
irrepetibles, no hay posibilidades de leyes ni de ciencias de lo humano. Si
sólo parece que no son así a causa de nuestra ignorancia, pero en realidad los
procesos psicológicos o sociales están determinados por el sustrato
físico-químico-biológico, hoy diríamos por los “genes” las leyes
correspondientes acabarán por reducirse a las de las ciencias naturales: con este
determinismo absoluto, no se podría hablar de ciencia social, sino sólo de
física social.
Esta
última posición, rechazada por el sentido común y la experiencia, se refuta
además a sí misma: si todo está determinado por nuestros genes o átomos, también
lo están los razonamientos y los escritos de sus propugnadores, de modo que
éstos no
Expresan
una verdad científica sino solo una necesidad biológicamente determinada…
Pero el problema anterior
persiste: ¿cómo conciliar la libertad y variedad de lo humano con la formulación de leyes
científicas? No se pretende agotar esta tremenda discusión pero sí señalar
algunas pistas fundamentales para la solución.
ü
Para
empezar, no es cierto que en el mundo físico todo esté determinado, y que las
leyes físicas expresen solamente relaciones necesarias. La física moderna-
pensemos en Max Planck y la mecánica
cuántica admite también la indeterminación y el azar. Las ciencias naturales,
más que determinanticas se han vuelto probabilísticas.
ü En
ciencias sociales desde luego, no es cuestión meramente de indeterminación:
toda explicación debe tomar en cuenta la libertad. La libertad humana no
contradice la existencia de leyes: más bien la reclama. Si la libertad no
tuviera condicionamiento extremos, regularidades más o menos determinantes, el
hombre ya no sería libre sino indeterminado, y no sabría qué hacer de su
libertad, perdido como estaría antes la infinita variedad de posibilidades ante
cada uno de sus actos. Los condicionamientos son el punto de apoyo de su
libertad efectiva.
ü En
otras palabras: existe la posibilidad de una verdadera ciencia social, del
descubrimiento de leyes en el ámbito de lo humano, precisamente porque la
libertad está condicionada dentro de ciertos parámetros que normalmente no
puede exceder. Esta es la razón de ser de las regularidades (no la identidad)
que se dan en las conductas, así individuales como colectivas, en las cuales se
pueden fundamentar leyes en sentido propio.
Los
hechos humanos son siempre libres, históricos, irrepetibles, no hay posibilidad
de leyes ni de ciencia de lo humano. Si solo parece que no son así a causa de
nuestra ignorancia, pero en realidad los procesos psicológicos y social están
determinados por el sustrato físico,
químico biológico.
d)
Objetividad, valoración y
normatividad.
Por
razones históricas ha quedado a las ciencias del hombre y la sociedad nos e
cultivaba por sí mismo, de modo objetivo, sino con fines normativos. Lo que
importaba no era analizar el” ser”
La
ciencias moderna asume declaradamente la postura opuesta: lo que quiere es
conocer y explicar lo que es, y se prohíbe a sí misma entrar en valoraciones,
sean explícitas i implícita, se dirigen a la acción de modo que necesitan
desembocar en la valoración y la normatividad. En la práctica resulta difícil
delimitar estrictamente los planos de la filosofía o cosmovisión, la ideología
y las teorías meta científicas, los enfoques y
las preferencias metodológicas de base: todos estos planos del
pensamiento incluyen en diversos grados elementos de valoración, y por tanto de
normatividad, por lo menos tácita.
Este
problema no es privativo a las ciencias sociales, sino general en todas las
ciencias, cada científico tiende a extrapolar sus conclusiones a otros niveles
del conocimiento, ya que naturalmente “su” ciencia le parece la más importante.
La
ciencia humana y social tienen todas un propósito profundo, el de ayudar al
hombre y la sociedad a vivir mejor, proporcionándoles bases mejor informadas
para la toma de mejores decisiones. Si una ciencia social no estuviera en
alguna forma comprometida con las construcción del porvenir, sería un ejército
de futilidad. Así que el problema no está en tener o no tener convicciones y
propósitos valorativos y normativos, sino en ser capas de estudiar la realidad
imparcialmente, como base para derivaciones de otro nivel, en vez de solicitar
los hechos y forzar interpretaciones para hacerlas cuadrar con valoraciones
preconcebidas.
LA CLASIFICACIÓN DE LA CIENCIAS DEL
HOMBRE
Esta
cuestión de la clasificación de las ciencias en general, y de las del hombre en
particular, es tan vieja como la concepción misma de un conocimiento sistematizado,
en la Grecia antigua. La clasificación es sin duda necesaria para que cada
disciplina y cada investigador pueda ubicar lo que hace con suficiente precisión
y así centrar su trabajo con respecto a los demás que le recuerdan su límite y
le ofrecen su contribución: pero en las ciencias de que tratamos presenta
dificultades particulares.
Primeramente,
el objeto general de toda ella es el mismo, a saber, el ser humano en su doble dimensión
individual y social. Esta ciencia no se distingue por su objeto real, sino
según el punto de vista con que se lo analiza dividiéndolo conceptualmente en
partes, aspectos o dimensiones: visiones mentales que no pueden tener entre
ellas fronteras precisas ni infranqueables. El enfoque científico aplicado a
este dominio no ha seguido históricamente un orden sistemático: algunas
disciplinas se formaron antes, otras después a veces desprendiéndose de las
primeras, unas han encontrado pautas definidas para su desarrollo otras todavía
las están buscando.
El Conocimiento Científico del conocimiento Social
ResponderEliminarEn la investigación científica lo objetivo y subjetivo han presentado algunas situaciones o diferencias con las ciencias por el problema del conocimiento.
No somos objetivos cuando no asumimos una actitud personal y que no conpromete sus propios sentimientos o su forma de pensar en el momento de representar la realidad
Por otro lado si es subjetiva cuando se hace una relación con el yo personal por sus impulsos y no por tener la razón.
En el texto arriba expresado de la clase se trata el dilema que sufrieron los exponentes de las ciencias sociales en el momento que la ciencia toma su auge como tal es decir en una concepción donde la superchería,shamanes,supersticiones-religiones sobre la lógica la ciencia achacada por todas estas cosas se aferra a sus raíces y crece con lentitud ya en sus albores de desencadenamiento esta se arraiga mas en si misma y toma un segundo impulso en este le brinda un valor alto a aquellas partes de ella que si se pueden corroborar y contrastar prueba de ello la física y la química donde de parámetros descriptivos se pasa a calificativos cuantitativos todo en correlación concreta brindándole así la idea de ser "la ciencia mas ciencia o pura Exacta" y aquellas partes del conocimiento humano como las ciencias sociales son consideradas como ciencias menores y demás dicha clasificación de las ciencias es necesaria y obligatoria para no llamar como ciencia el juzgar a una persona por su escritura que es una teoría expuesta por una seudociencia descartada en poco después de la industrialización debido a su subjetividad extrema y carecer del concepto mínimo del método científico "la comprobación" o la tan aclamada lobotomia "mutilación, remoción de tejido cerebral" al se le premio a su expositor por sugerir un proceso científico para el trato de enfermedades mentales que fue descartada como proceso medico debido a la crueldad falta de información y daños colaterales al individuo.... entonces hablamos de esto en este caso que le sucedió a las ciencias sociales en la cual se encuentras el grupo de ciencias de la educación y la educación comparada en esta lucha por librarse de ese estigma de ese paradigma etiqueta que le asignaba la comunidad científica en el cual toda parte de las ciencias o sea de las ramas del conocer científico eran juzgadas y forzadas a asemejarse igualar a la física y ciencias naturales exactas sus expositores tras largas luchas como lo fueron biólogos y físicos como Wiener, Bertanffy, Forroster y Mario Bunge logran lo que hoy en día comprendemos como algo entendible y comprensible que las ciencias sociales.. tratan narran y se determinan sobre el hombre en si este es su sujeto y objetivo el ser humano en si y todas sus actividades de manera descriptiva y sistemática este pequeño parámetro le tomo décadas de luchas a expositores de las ciencias sociales para poder se implementara estableciera y hoy en día se nos inculque enseñe para las próximas generaciones...
ResponderEliminarLos sociólogos del conocimiento científico estudian el desarrollo de un campo científico y tratan de identificar puntos de contingencia o flexibilidad interpretativa, donde existen ambigüedades. Tales variaciones pueden estar relacionadas con una serie de factores políticos, históricos, culturales o económicos. Fundamentalmente, el campo no se establece para promover el relativismo o para atacar el proyecto científico; el objetivo del investigador es explicar por qué una interpretación tiene éxito sobre otra debido a las circunstancias históricas y sociales externas.
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